La desmotivación de un equipo o de gran parte de este, es un efecto que se da en muchos casos.
Sobretodo en la época que estamos viviendo en la que la incertidumbre, genera malestar y apatía.
Un líder debe ser capaz de detectar esta situación y buscar la manera de superar el obstáculo de forma que cambie el rumbo del equipo, saliendo del apalancamiento en busca, de nuevo, de la superación y la proactividad. En este momento…estaremos en la senda de la productividad.
Un lider de un equipo ha de ser capaz de ver y oir.
Cuando se detecta una situación en la que el ánimo brilla por su ausencia, debemos ser capaces de detectar el origen, ya que este puede ser debido a un «contagio» o por un malestar común, como consecuencia de un contexto determinado. La mejor manera de detectar que está ocurriendo es, ser cercano al equipo. Desde mi punto de vista es la mejor manera de detectar que es lo que sucede y porqué. Ya que si se desconoce el origen y la razón, con pocas armas podremos combatir.
Mi equipo nunca me molesta
Una de las técnicas que a mi más me ha gustado siempre es la de «Dirección de puertas abiertas». Esta política de gestión, ofrece un acercamiento de los cargos de dirección a todos los empleados de la compañía de forma que se puede llegar a conocer muy directamente las inquietudes de los empleados, llegando incluso a empatizar (ver más sobre la politica de puertas abiertas).
La motivación del equipo y generar ilusión, son fundamentales
Detectadas las causas de desmotivación o bajo rendimiento, es momento de ponerse manos a la obra y buscar las mejores formas para que el equipo vuelva a creer en su trabajo y que sigan desarrollando su labor con el objetivo de la superación y la mejora del rendimiento. Volver a generar esa ilusión será nuestro objetivo!
A continuación os proponemos 8 puntos a tener en cuenta para obtener el mejor resultado a la hora de motivar a un equipo:
– Empezar por uno mismo: Lo primero y principal, es transmitir la motivación que queremos generar y para eso, debemos estar motivados nosotros mismos. Si no creemos en algo, difícilmente podremos defenderlo.
– Transmitir empatía por los componentes: Es muy importante saber cual es el estado anímico de cada persona del equipo. Cuales son las inquietudes y problemas. Mostrarse receptivo a escuchar. Incluso apoyar y transmitir el deseo de ayudar.
– Transmite los objetivos conseguidos: Como parte del equipo, celebra los objetivos conseguidos con tu equipo. Cuando se falle, transmite los errores como parte del equipo, asumiendo parte de la responsabilidad. Intente acabar cualquier notificación negativa con una nota positiva.
– Escucha a tus colaboradores, brindar elogios, evalúa las ideas por sus méritos: Siempre pueden aportar ideas nuevas, puntos de vista diferentes con gran valor. Intenta transmitir que el origen de esa idea o punto de vista mejorado ha nacido del seno del equipo. Esto, suele tener más valor si se hace en un ambiente distendido (comiendo, tomando un café, etc), hablando de tu, a tu. Permite la creatividad. Una idea, por muy tonta que parezca, debe ser escuchada. Y en el caso de no ser valida, dar una razón. Planifica también sesiones de tormentas de ideas (Brainstorming). En cualquier caso, si surgen dudas sobre una determinada idea, se deben aclarar.
– Inculcar la pertenencia al equipo: «Todos formamos parte del mismo equipo. Si uno se equivoca, nos equivocamos todos. Si triunfamos, triunfamos todos». Así obtendremos que las metas del equipo, se conviertan en metas individuales de cada componente.
– Localiza los motivadores del equipo: Cada componente es diferente y algunos tienen un carácter más positivo y que transmiten más entusiasmo. Identificarlos y motivarlos en el desarrollo profesional, será una tarea a tener en cuenta.
– Establecer metas alcanzables: Hay que saber cuales son las posibilidades de cada componente y en relación a esto, marcar unos objetivos individuales alcanzables. Hay que tener en cuenta que unos objetivos, muy altos pueden llegar a desmotivar sino se alcanzan. Y si son muy bajos, pueden desmotivar por no suponer un esfuerzo.
– Mostrar beneficios para el equipo: Es evidente que conseguir unos objetivos importantes para la empresa, supone un beneficio para la empresa. Es por ello que mostrar unos beneficios si se consiguen determinadas metas, tales como seguros médicos, gratificaciones económicas, días de vacaciones, etc., siempre ayuda a la motivación individual.
Llevar a cabo estos puntos, supone un ejercicio diario en colaboración con el equipo. Pero si este no está muy desestructurado, es una labor de la que pronto observaremos unos resultados muy gratificantes.
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